Palabras de apoyo del Mtro. Sergio Tulian

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Por admiración e indignación, tampoco puedo quedarme al margen de lo que le sucede al Coro Nacional de Jóvenes (CoNaJo). En cuyo reglamento de trabajo, Cap.VI- "Del personal artístico no permanente", se señala, en su ítem 17: que la edad de los jóvenes integrantes será de 18 a 30 años; lo cual es un verdadero despropósito y una trampa legal que condena a un joven en la mejor edad de su productividad vocal ( tengamos en cuenta que a los 35 años, aproximadamente, pasará a ser "viejo" para los ridículos cánones creados por algún genio - que no sabía nada sobre la voz humana- pero que puso este límite en los certámenes de canto internacionales) , a ser un desocupado laboral. Hecho que muestra flagrantemente la ignorancia en el tratamiento de estos temas y de una grave contradicción en contra de los propios intereses del estado.

Es una regla matemática simple, si la Nación invierte 12 años en la preparación de un cantante en cuanto a un repertorio trascendente de la música en sus diferentes épocas y estilos; diferentes idiomas y diferentes exigencias vocales; qué, de por sí obligan al cantante a trabajar su voz permanentemente, para poder enfrentar, con la técnica apropiada, las dificultades de los diferentes repertorios; máxime, tratándose de obras a capella, donde el coro se transforma en un instrumento de rara perfección, (digo ésto con la autoridad que me dan los siete años como tenor y contratenor, cantando en Europa, como integrante del "Quinteto de Madrigalistas Castellazzi" ) y luego de tanto aprendizaje, de semejante inversión económica y artística, al cabo de los 12 año se lo echa(...) alguien me puede decir ¿donde está la lógica?

Cualquier país inteligente que financia a un estudiante una docena de años, querrá aprovechar su inversión reteniéndolo y sacará el jugo a sus conocimientos, con toda justicia. Pero lamento decir que nosotros costeamos carreras y después los echamos para que los aprovechen otros. Es sintomático, Milstein fue un ejemplo.

Por favor, señores de la Cultura, quiten los límites que ahogan a nuestros jóvenes talentos, y busquen la forma en que los coreutas del CoNaJo, llegados a la edad de 30 años; puedan integrarse, previo examen de sus aptitudes vocales; y de un estudio de su puntaje profesional y de concepto; al Coro Polifónico Nacional, cuya edad para la jubilación es mas justa y considerada desde todo punto de vista. Ahorrándose, además, el llamado público cada vez que el Polifónico necesita nuevos integrantes, pudiendo aprovechar coreutas musicales, profesionalmente probados y jóvenes, que pueden reemplazar con solvencia a los que se jubilan. De esta manera nadie perderá y nadie quedará con la amargura de ser un desocupado más. Es lamentable ver a esos muchachos y chicas con un cartel, en pleno
concierto, colgando de sus cuellos, que dice: Soy del CoNaJo y no tengo trabajo. Una vergüenza -Saludo con afecto a todos los amigos del Forum.
Sergio Tulián

1 comentarios:

andres dijo...

Soy Andrés Novero (músico de Rosario) manifiesto mi apoyo al sr. Tulián dado que no he visto quien expusiera algo acerca de su comentario sobre los DESPEDIDOS del CoNaJo. No es justo que pasen cosas como éstas (y muchas otras que no vienen al caso pero que son tanto o mas importantes) que afectan directamente a la salud psíquica de los artistas que con tanto esmero logran prevalecer en un medio cruel y en una sociedad (en decadencia) que a causa de la ignoracia cultural atenta contra quienes son parte de ella.